Los técnicos que trabajan en primera línea de la carrera espacial privada están literalmente jugando con fuego. Nuevos detalles sobre cómo un empleado de SpaceX sufrió lesiones graves durante una prueba rutinaria ofrecen una idea de los costes del ritmo vertiginoso al que las empresas están trabajando para poner más cohetes en el espacio.

Según un informe de Semafor , un empleado con más de 10 años de experiencia en SpaceX sufrió un traumatismo craneal severo y estuvo en coma durante meses después de que una prueba del motor de cohete Raptor V2 fallara a principios de este año.

El empleado fue identificado como Francisco Cabada, padre de tres hijos que vive en Los Ángeles, según la ex becaria de SpaceX Julia Crowley Farenga, quien habló con Business Insider . Otras fuentes no identificadas de Semafor e Insider confirmaron su nombre y sus extensas lesiones.

Según un informe de la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA) abierto en febrero, el empleado utilizó un programa automatizado en lugar del método manual normal como se hacía anteriormente. Luego fue golpeado por la tapa del controlador de combustible después de que la presión liberada la separara del módulo del controlador.

Como señala el informe, el técnico sufrió una fractura de cráneo y un traumatismo craneoencefálico, lo que lo llevó a estar en coma durante meses. SpaceX recibió una multa de $18.475 hasta julio y agosto por dos infracciones de seguridad, una etiquetada como “grave” y con una calificación de gravedad de 10. OSHA usa este sistema  para evaluar la gravedad de una infracción y determinar las multas, en las que 10 es la calificación más alta posible. El caso permanece abierto.

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Crowley-Farenga dijo a Insider que la tapa desprendida tiró a Cabada al suelo, pero las lesiones aparentemente eran más extensas de lo que parecía indicar la breve descripción de OSHA. Citando al Departamento de Relaciones Industriales de California, Semafor señaló que las lesiones no solo afectaron a su cabeza, sino también a su sistema respiratorio y las extremidades superiores e inferiores.

Como informa Semafor, fuentes no identificadas con conocimiento del accidente afirmaron que se suponía que Cabada no debía estar tan cerca de la válvula cuando alcanzó la presión máxima. Aún así, la presión aumentó más rápido de lo que anticiparon los ingenieros, lo que le dio al técnico poco tiempo para moverse antes de que la tapa de la válvula se desprendiera de su bisagra y lo golpeara contra el piso.

Los abogados de la familia Cabada dijeron a Semafor que el técnico ya no está en coma pero sigue sin poder comunicarse y aún requiere tratamiento médico. Un GoFundMe para Cabada, establecido por su cuñada, ha alcanzado casi $ 52.500 por el momento. Semafor señaló que una foto original de Cabada con una sudadera con capucha de SpaceX fue reemplazada por otra imagen después de que la familia iniciara discusiones legales con la empresa. Muchas de las donaciones de la campaña GoFundMe provienen de empleados actuales o anteriores de SpaceX.

SpaceX y su fundador Elon Musk no han hecho ninguna declaración pública sobre el incidente. Gizmodo contactó con Musk y SpaceX, pero dado que las empresas multimillonarias han cerrado sus departamentos de relaciones públicas, no esperamos recibir respuesta.

Como señaló Semafor, no es raro que las lesiones y muertes de los técnicos pasen desapercibidas. El medio no cita una fuente, pero escribió que al menos 24 trabajadores de vuelos espaciales han muerto desde 1980.

La mayoría de las muertes relacionadas con cohetes y el espacio han sido eventos importantes, como el desastre del transbordador espacial Challenger en 1986 , pero estos eventos de alto perfil generalmente involucran a astronautas y pilotos. Uno de los mayores desastres en la historia de los vuelos espaciales, la catástrofe de Nedelin en la Unión Soviética en 1960, provocó la muerte de posiblemente cientos de tripulantes de tierra, aunque se desconoce el número exacto de muertos .

Los motores Raptor están diseñados para impulsar el próximo megacohete Starship de SpaceX , tanto para su propulsor de primera etapa como para la nave espacial de la etapa superior . Estos motores son sistemas extremadamente complicados y hemos visto lo que sucede cuando las cosas van mal. En julio, el área bajo el cohete propulsor de Starship explotó inesperadamente en una bola de fuego gigante cuando una mezcla de gas metano y oxígeno se encendió accidentalmente. Afortunadamente, no se reportaron heridos.

Las pruebas de los seis motores Raptor en la nave espacial parecían estar bien en septiembre, excepto por un gran incendio forestal que rodeaba las instalaciones de Starbase en Boca Chica, Texas.